Museos y otras organizaciones culturales en todo el mundo se sacan chispas para proponer a sus públicos y seguidores virtuales formas cada vez más atractivas para que los tengan presentes.
Aplausos entonces para el Museo de Yorkshire que
ha captado la atención del mundo virtual al desafiar a curadores de todo
el mundo a que compartan el objecto más siniestro, espantodos, y raro de sus colecciones. Con esta simple convocatoria, han logrado que el museo, importante localmentepero no de gran relevancia internacional, haya sido conocido por muchos que no lo tenían presente en su horizonte museístico.
De
lo feísimo a lo pesadillezco, encontraron así una divertida forma para interesar y atraer a
públicos virtuales en búsqueda de entretenimiento en estos días de
encierro global. Y esto esuna lindísima forma de enamorar al público.