¿Quién diría que artefactos históricos podrían reflejar las tendencias de la moda actual? ¿O sería al revés?
La Gala del Met, realizada todos los años para recaudar fondos para el Fashion Institute del Meropiolitan Museum, es un gran evento mediático que genera tanto admiración como críticas. Sus admiradores entienden su razón de ser (este año se reunieron 24 millones de dólares), y disfrutan de los celebrities posando con prendas que deben reflejar conceptualmente la temática de cada gala, transformando a la red carpet en un espacio de performance artística. Los detractores, por su lado, critican al evento por considerarlo un derroche de frivolidad y de dinero, olvidando o desconociendo que la misión de un evento como éste es justamente atraer la atención a la misión de la organización... generando fondos muy necesarios para su mantenimiento.
Y está también la sinergia creada cuando una organización cultural se refiere al evento de otr de una manera simpática y creaticva. Esto es lo que sucedió al día siguiente de la Gala. El Ashmolean Museum de Oxford y, la British Library y el Natural History Museum de Londres publicaron comentarios sobre los atuendos de la Gala Met en Nueva York, relacionándolos con piezas de sus colecciones. Al conectarlas al glamour de la alfombra roja, encontraron una forma fresca y divertida de comunicarse con audiencias con las que quizás no se cruzarían de otra manera, elevando la conciencia sobre su misión y visión.
Lo importante es que la historia, el diseño de moda de vanguardia y una buena causa se encontraron en un diálogo fascinante para disfrutar.