El mundo del arte está signado por la controversia, y está muy bien que así sea! Algunas de esas controversias pueden sorprendernos, divertirnos, enojarnos, hacernos pensar, y hasta cambiar nuestro modo de ver el mundo.
Un hecho revelado en estos días en el Museo de Arte Antiguo y Nuevo (MONA) en Hobart, Tasmania, fue parte de una estrategia creada por Kirsha Kaechele, su curadora, y pone en escena el debate sobre la exclusión de género y la falsificación de obras de arte, invitándonos a reflexionar sobre la autenticidad y el valor en el arte, abriendo un espacio de debate. Un plus no menor, es haber logrado dar a conocer este museo privado y no tan conocido.
En resumen, el museo inauguró un bar exclusivo para mujeres (el Ladies Lounge), en el que se exhibían algunos cuadros de Picasso. Un hombre inició juicio al sentirse discriminado por no poder ingresar a ver las obras. Los cuadros se instalaron entonces en el baño de damas. Ahora, luego de tres años, Kaechele reveló que ella misma los pintó.
Controversia: Nadie dudó de la autenticidad de los Picassos durante este tiempo ni le pareció extraño exhibirlos en un baño. Este tipo de polémicas nos hace cuestionar nuestras percepciones y reflexionar sobre los límites y las posibilidades del arte como medio de expresión y transformación cultural, verdad? O se trata de una jugarreta de relaciones públicas? Nora de color, literal: La curadora dijo haber pintado loos "picassos" ella misma porque no había encontrado ninguno que el artista hubiera hecho en la gama de los verdes, tono que necesitaba para el decor del bar.