Cuando el arte y una marca comparten valores, suceden estas cosas.
El último lanzamiento de Lancôme fue filmado en el Museo del Louvre, una institución afín a realizar alianzas con otras industrias (hotelera, automobilística, musical, etc.).
Si en el video filmado en sus salas por Beyonce hace varios años ya se apuntaba a un público joven y posiblemente poco conocedor del museo, las mujeres elegidas para protagonizar esta campaña apuntan a un público también joven, y muy sofisticado.
El ideal de belleza femenina ha cambiado a lo largo de la historia, y la historia del arte nos lo demuestra. Con esta presentación Lancôme refuerza ese concepto y lo aprovecha para transmitir que hoy en día una sola embajadora de marca no es suficiente, y que hay una enorme belleza en la diversidad.